El protocolo del Festival de Cannes, que se remonta al 1938, está considerado uno de los más estrictos del mundo. En buena parte porque en 1947 la dirección del festival lo marcó a fuego a las estrellas de la gran pantalla y a los trabajadores de los controles de accesos porque quería impedir que se colaran en bañador, salidos de las playas cercanas al recinto donde tienen lugar las galas.
Pero el lunes la actriz norteamericana Kristen Stewart desafió las reglas del juego sacándose los obligados tacones de aguja mientras transitaba por la alfombra roja. Concretamente, cuando subía las escaleras que todas las actrices del mundo quieren pisar y en qué tantos medios gráficos están atentos a cada pequeño gesto.
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